Un ladrón armado mortal le disparó a un empleado de una gasolinera del norte de California pero no será acusado de asesinato, probablemente porque el tirador puede alegar defensa propia, dijo la policía el miércoles.
Ronald Jackson Jr., de 20 años, fue detenido originalmente por robo a mano armada y homicidio en relación con el asesinato de James Williams, de 36 años, la madrugada del sábado en un Chevron en Antioch, dijo la policía.
Jackson y otro hombre, aún buscado el jueves, huían del robo cuando Williams persiguió y abrió fuego contra los sospechosos, dijo la policía. Jackson recibió un disparo en la pierna y devolvió el fuego, matando a Williams, dijo la policía.
Los detectives de Antioch presentaron sus hallazgos a la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Contra Costa y los fiscales «optaron por acusar a Jackson de robo, posesión de propiedad robada y mejora de un arma de fuego, pero se negaron a acusarlo de asesinato», según un comunicado de la policía.
Un representante del fiscal de distrito confirmó el jueves que Jackson fue acusado de robo en segundo grado, una acusación especial de usar un arma de fuego en ese delito y recibir propiedad robada por valor de más de $950, delitos que podrían llevarlo tras las rejas durante 15 años, pero no homicidio. .
El jueves, la oficina del fiscal de distrito no explicó de inmediato su razón para no acusar a Jackson de asesinato.
La decisión de no continuar con un caso de homicidio sorprendió a su novia y colega Annette Matamoroz, quien estaba en la tienda cuando le dispararon a Williams.
“Estoy totalmente en desacuerdo con eso”, dijo Matamoroz a NBC News entre lágrimas. «Es un asesinato. No parece un asesinato, es un asesinato. ¿Qué más podría ser?»
Dado que Jackson fue herido por Williams fuera del Chevron, un experto legal dijo que el sospechoso podría haber argumentado que se estaba yendo de la escena y que tenía el derecho legal de protegerse.
“La defensa propia es un concepto temporal. Entonces, en otras palabras, si este evento hubiera ocurrido en la tienda, habría sido una cosa”, dijo Steven Clark, abogado defensor penal de San José y analista legal del Área de la Bahía de NBC.
«Pero cuando el tipo se escapó, el concepto de que el empleado estaba razonablemente asustado, eso cambió significativamente. Ahora tienes un delito grave, lo que hizo el ladrón, pero no puedes ejecutar al tipo en esas circunstancias. Entonces el ladrón consiguió el derecho a la autodefensa.
Matamoroz cree que Williams todavía estaría vivo hoy si no fuera por Jackson y su cómplice que ingresaron al Chevron.
«Nada de esto hubiera pasado si no hubieran venido a la tienda. Vinieron con estas intenciones (de cometer un delito). No vinieron aquí solo a comprar», dijo, declaró.
Mientras estaba de acuerdo con Diana Becton, fiscal del condado de Contra Costa decisión de no presentar un cargo de asesinato, Clark la culpó por no explicar rápida y enérgicamente el fundamento a una audiencia comprensiblemente preocupada y confundida.
“Existe una doctrina general de que cuando eres el iniciador del problema, como el ladrón, tus derechos de autodefensa son menores que si eres la víctima, como el empleado”, dijo Clark.
«Va a haber potencial para la crítica aquí. ‘¿Por qué nos esforzamos al máximo para no acusar a un ladrón armado del asesinato de un empleado de una tienda inocente que protegía sus instalaciones?’ Parece dar la vuelta a la ley, parece dar la vuelta a la lógica. El fiscal debe explicar cuidadosamente al público por qué se tomó esta decisión.
Matamoroz trabajaba en la misma Chevron pero no quiso estar allí cuando le hiciera compañía a Williams antes de su muerte. Matamoroz estaba en el baño cuando Williams le dijo que se quedara quieto.
«Él me había dicho: ‘Están tratando de robar este lugar, solo di aquí, quédate aquí en el baño'», dijo Matamoroz.
«Era un hombre cariñoso, afectuoso y genuino. No conoces a muchas personas así en la vida. Realmente se preocupaba por sí mismo. Se preocupaba por las personas que ni siquiera conocía. Quería ayudar a todos. mundo, él Quería que todos estuvieran bien todo el tiempo. Si pudiera hacerlo mejor, eso es lo que haría.
Matamoroz luego se echó a llorar y su voz se fue apagando: “Por eso lo quiero aquí, porque él mejoraría las cosas y yo no me sentiría así”.