Todo estaba preparado para que la condecorada China revalidase su título a pesar de sus sensibles bajas. Pero habían olvidado que su vecina Japón y el campeón mundial de 2022 y vigente olímpico Daiki Hashimoto buscaban su revancha tras la plata del año pasado. Y así lo hicieron en una gran lucha, igualada hasta el final. Mientras China (253,428) se descolgaba primero en tan solo dos rotaciones, Japón (255,594) iniciaba su remontada hasta proclamarse campeón del mundo en gimnasia artística por equipos masculino en el Mundial de Amberes (Bélgica). Estados Unidos (252,428), fiel competidor, terminaba en tercera posición. Ya fuera del podio le seguían Gran Bretaña (249,461), Suiza (244,426), Alemania (244,026), Canadá (243,028) e Italia (241,160).

El público estaba ansioso en el Antwerps Sportpaleis al inicio de la jornada. Vitoreaban a los gimnastas en las ejecuciones de los elementos. Y más gritos había en el Palacio de Deportes cuando el campeón Daiki Hashimoto los alentaba a hacer más ruido. Japón no empezaba bien en suelo con Kenta Chiba. Tampoco Gran Bretaña, a pesar de la experiencia en potro con arcos de James Hall. Ambos países con fallos en los primeros aparatos. Como Canadá, la gran sorpresa de la final tras quedar cuartos en la clasificación y no fallar ningún ejercicio. Y no era el caso de Estados Unidos, que se lucía en suelo. China, por su parte, se redimía de una clasificación que no parecía digna del campeón del mundo del año pasado y del medallista de bronce de Tokio 2020. Terminaron octavos en la clasificación, al borde de perderse la final, pero regresaban para intentar repetir su título. No fallaban en salto con sus triples piruetas. Y aún les quedaban visitar sus mejores aparatos.

Terminaba la primera rotación con la todopoderosa Estados Unidos detrás de la gran condecorada China. Y con la segunda en marcha, el coreano de nacionalidad estadounidense Yul Moldauer hacía de las suyas sobre el potro con arcos, con una velocidad superior a los demás en sus desplazamientos y tijeras, y una última pirueta que salvaba su salida. La dificultad se catapultaba con el chino Hao You en paralelas, rozando el 15 con una puntuación de 14,966. Italia aumentaba su puntuación con los saltos de Mario Macchiati y Nicola Bartolini, mientras Hashimoto demostraba potencial en el caballo con arcos con un 14,266.

Y China, imparable e inalcanzable en tan solo dos rotaciones, seguía primera con cuatro puntos de ventaja en una clasificación cambiante y apretada para el resto de los equipos: Estados Unidos bajaba de la segunda posición a la quinta, Japón e Italia empataban en mitad de la tabla y Canadá cerraba, descolgada junto con Alemania, la clasificación. Con la tercera rotación iniciada, el británico Jake Jarman, actual subcampeón de Europa, ejecutaba en salto una triple acrobacia y media que le propinaba un masivo 15,400 a la puntuación de su equipo. Desde las barras paralelas, el chino Su Weide daba un duro palo a la clasificación de su país tras caerse hasta en dos ocasiones, y no lograba anotar más de un 11,166. Estados Unidos sabía que China había fallado, y daban un paso adelante en las anillas. Alemania, que buscaba rozar el podio, contaba con el subcampeón olímpico y mundial en paralelas, aparato en el que marcaba un necesario 15,366.

A Japón aún le quedaban sus tres mejores aparatos. Solo medio punto separaba en la cuarta rotación a China, aún primera, de la segunda posición de Gran Bretaña. Intentaba, el gigante asiático, ponerle remedio en suelo, pero Japón y Estados Unidos empezaban a recortar y lo desbancaban. Suiza, Alemania, Canadá e Italia -vigentes campeones de Europa- por su parte, se jugaban las posiciones fuera del podio. Terminaba la rotación, y Japón encabezaba la ajustada tabla tras un 15 de Kazuki Minami en potro, con una décima de diferencia a los británicos, seguidos de China y Estados Unidos.

La lucha se ajustaba, y en Gran Bretaña James Hall caía de las barras paralelas mientras China se recomponía con tres exitosas rutinas en potro con anillas, pero no lograba recuperarse con un fuerte Japón que aumentaba la diferencia en la primera posición. Los estadounidenses, que habían logrado saborear la plata, pinchaban en la última rotación y se conformaban con el tercer peldaño del podio por delante de Gran Bretaña.

El uno a uno se disputaba entre los dos grandes asiáticos. Pero China deslumbraba con su actuación en anillas, una especialidad histórica para ellos. No suficiente para superar los más de dos puntos de diferencias con Japón. Y era Daiki Hashimoto, el héroe japonés, quien clavaba su rutina en barra. Aterrizaba en la colchoneta, ya sabiendo que, Japón, era campeón del mundo.

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